La Minería en la República Argentina: Potencial y Desarrollo Regional
La nueva "pampa húmeda argentina". Con el cambio de contexto a nivel social, se abre un nuevo camino para el sector. En esta nota, abordamos una breve descripción de la situación actual del sector y su potencial. Describiendo proyectos actuales, ubicaciones y próximos pasos en general.
INTSAR
7/10/202515 min leer


Minería en la República Argentina: Inversiones, Potencial y Desarrollo Regional
El sector minero en la República Argentina se encuentra en plena expansión y desarrollo de todo su potencial debido a la vasta cantidad de recursos y un creciente interés de inversores globales, especialmente en minerales críticos para la transición energética y demanda de las principales potencias para continuar abasteciendo sus industrias y avances tecnológicos.
Históricamente, dentro del país, la minería ha sido un sector muy resistido a nivel social que era aprovechado políticamente para movilizar ciertas políticas lo que provocaba resistencia a grandes inversiones generando incertidumbre en los grandes operadores del sector, por lo que el sector aún se encuentra en fases iniciales y con mucho potencial por delante.
Hoy, el panorama es completamente distinto. Se compara la Minería con el sector del Agro, como una nueva fuente de generación de las divisas que tanto necesita el país. Además del impacto en el desarrollo tecnológico y generación de empleo que tendrá la actividad en las provincias donde abundan estos recursos naturales.
Las exportaciones mineras han experimentado un notable crecimiento en los últimos dos años, con el oro actuando como un pilar de estabilidad, mientras que el litio presenta un desafío dual de aumento de volumen frente a la caída de precios internacionales.
Argentina posee recursos significativos de litio y un potencial aún no explotado en tierras raras, elementos esenciales para las tecnologías del futuro. La cadena de valor local (muy limitada de momento), compuesta mayoritariamente por PyMEs, demuestra una alta integración en las compras de la industria, aunque existen brechas en segmentos de alta complejidad tecnológica.
El Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) representa una herramienta clave para atraer capital, pero su implementación efectiva y la consolidación de la "licencia social" son cruciales para traducir el potencial geológico en un desarrollo económico y social sostenible, especialmente en las provincias mineras que dependen en gran medida de esta actividad.
I. Panorama y Evolución Reciente del Sector Minero (Últimos 24 Meses)
A. Evolución de las Exportaciones Mineras (2023-2025)
Las exportaciones mineras de Argentina han mostrado un crecimiento sostenido en los últimos dos años. Alcanzaron los USD 4.060 millones en 2023, lo que representó un crecimiento del 5.3% interanual, y se elevaron a USD 4.673 millones en 2024, con un incremento del 15.1% respecto al año anterior. Este resultado de 2024 fue el mejor en 12 años y el tercero más alto en la historia del sector. Para 2025, las proyecciones indican que las exportaciones superarán los USD 5.000 millones, con estimaciones que varían entre USD 5.000 y USD 5.200 millones.
La composición de las exportaciones en 2024 estuvo fuertemente dominada por el oro, que representó el 67.2% del total, seguido por la plata (14.0%) y el litio (13.8%). En los primeros 11 meses de 2024, el oro mostró un crecimiento del 36.7% en los montos exportados, mientras que la plata experimentó una caída del 4.4%. Las exportaciones de litio, aunque con un crecimiento interanual modesto en valor (+0.9% en noviembre de 2024), exhibieron un notable incremento del 60.4% en las cantidades exportadas en el acumulado de 2024.
El oro ha emergido como un ancla de estabilidad para los ingresos por exportaciones mineras de Argentina. Las proyecciones de crecimiento para 2025 se vinculan directamente con el aumento de los precios internacionales del oro, lo cual se espera que compense una posible reducción en el volumen de producción de oro y plata. Esta situación resalta el papel crucial del oro en la generación de divisas, proporcionando un colchón financiero ante la volatilidad de otros commodities.
El litio presenta un desafío particular: a pesar de que Argentina está aumentando significativamente su volumen de producción y exportación, posicionándose como un proveedor clave para la creciente demanda global de vehículos eléctricos, la caída de los precios internacionales del litio está atenuando el beneficio económico de este incremento en volumen. Esto crea un entorno desafiante para los productores, impactando la rentabilidad y las futuras decisiones de inversión, a pesar del éxito en el aumento de la capacidad productiva.
La concentración geográfica de las exportaciones mineras es notable. En 2024, cinco provincias (Santa Cruz, San Juan, Jujuy, Salta y Catamarca) fueron responsables del 98.5% del total. Santa Cruz y San Juan se especializan en oro y plata, mientras que las provincias del Noroeste Argentino (NOA), como Catamarca, Jujuy y Salta, tienen en el litio su principal producto de exportación minera. Esta especialización hace que estas provincias sean particularmente sensibles a las fluctuaciones de precios de sus minerales dominantes, como se observó con la caída de las exportaciones del NOA debido a los precios del litio.
II. Inversiones de Operadores Globales y Proyectos Estratégicos
A. Principales Operadores Globales y su Presencia en Argentina
Argentina ha logrado atraer inversiones significativas de algunas de las principales compañías mineras a nivel mundial, lo que subraya su creciente relevancia en el panorama minero global. Entre las 20 principales compañías mineras globales por valor de mercado, varias tienen una presencia destacada en el país. Estas incluyen a BHP Group (Australia), Rio Tinto (Australia), Glencore (Suiza) y Barrick Gold (Canadá), todas ellas con proyectos estratégicos en desarrollo o en operación.
La participación de estos actores de talla mundial no es casual; sus inversiones a largo plazo se basan en evaluaciones exhaustivas del potencial de recursos, el marco regulatorio y la demanda global. Su presencia valida la importancia de Argentina como una jurisdicción minera, sugiriendo que el país ofrece activos de clase mundial y un entorno que, al menos en el largo plazo, compensa los riesgos percibidos.
B. Proyectos Estratégicos y Montos de Inversión Recientes/Proyectados
El país cuenta con más de 30 proyectos avanzados, con un CAPEX proyectado de más de US 27.250 millones (datosde2019). La inversión total necesaria para desarrollar plenamente el potencial minero argentino se estima en US 33.300 millones.
Proyectos de Cobre:
● Josemaría (San Juan): Es uno de los proyectos más relevantes, operado conjuntamente por Lundin Mining Corp. y BHP Group Corp. a través de una joint venture 50/50 denominada Vicuña Corp. La inversión total en la adquisición de Filo Corp. por parte de BHP fue de US$2.000 millones.
Este proyecto se ubica en el distrito de Vicuña, en la frontera con Chile, y se busca una integración con Filo del Sol para crear un "distrito minero multigeneracional" con sinergias significativas. La construcción se proyecta para iniciar a principios de 2025, con construcción masiva a partir de 2028, y su vida útil se ha extendido a 25 años.
La decisión de dos de las mayores empresas mineras del mundo de asociarse y combinar proyectos en un "distrito minero" sugiere una visión de escala y eficiencia que va más allá de la suma de sus partes, posicionando a San Juan como un futuro centro neurálgico para la producción de cobre a nivel global.
● Mara (Catamarca): Controlado por Glencore, este megaproyecto surgió de la fusión de Agua Rica y la planta de Minera Alumbrera.14 Se estima que contiene recursos superiores a 10 millones de toneladas de cobre, con una inversión proyectada de más de USD 2.500 millones. Glencore anunció una inversión de USD 400 millones en El Pachón y MARA para el período 2024-2026, de los cuales US$61 millones ya se desembolsaron en el primer semestre de 2024.
● Los Azules (San Juan): Propiedad de McEwen Copper, es el octavo yacimiento de cobre sin desarrollar más grande del mundo. Se proyecta producir 175.000 toneladas métricas de cobre anuales y se busca una inversión de USD 2.500 millones para su construcción, con inicio previsto para fines de 2025. Hasta la fecha, McEwen Copper ha invertido más de USD 400 millones. Cuenta con el respaldo de socios estratégicos como Stellantis y Nuton (Rio Tinto), e YPF Luz suministrará energía renovable.
● La Ortiga (San Juan): Proyecto de exploración avanzada, con participación 50/50 de Barrick Gold y la empresa china Shandong Gold. La inversión exploratoria asciende a US$6.5 millones.
Proyectos de Litio:
● Rincón (Salta): Rio Tinto aprobó una inversión de US$2.700 millones para expandir este proyecto, que será su primera operación de litio a escala comercial. Es el único proyecto minero aprobado hasta el momento bajo el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI).
● Fénix (Catamarca): Operado por Livent, está en producción desde hace más de dos décadas y se encuentra en un proceso de expansión significativo. Livent planea invertir US$1.400 millones para alcanzar una capacidad de 100.000 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE) para 2030 (desde 30.000 tns a fines de 2024, 40.000 tns a fines de 2024 y 70.000 tns para 2026).
● Otros proyectos de litio con capitales chinos incluyen Cauchari-Olaroz (Ganfeng Lithium), Centenario-Ratones (Tsingshan), Laguna Verde (Zangge Mining), Mariana (Jiangxi Ganfeng Lithium), Sal de los Ángeles (Revotech Asia Limited, Tibet Summit Resources Co.) y Tres Quebradas (Zijin Mining Group).
Proyectos de Oro y Plata:
● Veladero (San Juan): Operado por Barrick Gold en un joint venture 50/50 con Shandong Gold. En 2023 produjo aproximadamente 400.000 onzas de oro y 252.000 onzas en 2024 (50% de Barrick). Barrick ha anunciado inversiones adicionales para extender su vida útil más allá de 2030, con un CAPEX estimado de US$600 millones.
● Cerro Moro (Santa Cruz): De Yamana Gold, es una de las principales minas de oro y plata en el país.
● La Providencia (Jujuy): Operada por Hanaq Group, esta mina de plata, zinc, cobre y plomo reabrió en marzo de 2023 tras 26 años de inactividad, con una inversión de US$15 millones.
Otros Proyectos:
● Sierra Grande (Hierro, Río Negro): La mina subterránea de hierro más grande de Sudamérica, en manos de la china China Metallurgical Group Corp (MCC) (70% de participación). Actualmente en fase de reingeniería tras la interrupción de operaciones en 2016.
C. Relación con la Demanda Global y Necesidades Crecientes de Recursos
El crecimiento del sector minero argentino responde directamente al aumento de la demanda global de minerales estratégicos por parte de las principales potencias mundiales. Se proyecta que la demanda de minerales críticos se cuadruplicará hacia 2030, lo que requerirá duplicar los yacimientos existentes a nivel mundial.
El cobre es considerado el "metal del futuro” y está experimentando un repunte en el mercado internacional, mientras que el litio, aunque con volúmenes crecientes, enfrenta un ciclo de baja de precios. La creciente demanda de vehículos eléctricos impulsa a compañías asiáticas como Toyota y Mitsubishi a buscar un suministro constante de litio. Argentina, con el 35% de los recursos mundiales de litio y el tercer lugar en reservas probadas, busca consolidarse como un proveedor confiable de litio grado batería de alta calidad. Y por qué no, avanzar en el incremento de la cadena de valor de la materia prima por medio de la instalación de fábricas de baterías.
La doble vía de Argentina en la oferta global de minerales se hace evidente: si bien el oro y la plata siguen siendo pilares de las exportaciones mineras actuales, las mayores inversiones y el enfoque estratégico de los operadores globales se dirigen hacia el cobre y el litio. Estos minerales son fundamentales para la transición energética global, posicionando a Argentina como un "pilar estratégico" en esta transformación. Esto implica que el futuro del sector estará cada vez más ligado a la demanda global de energías limpias y vehículos eléctricos, lo que requiere una inversión continua y sustancial en estos nuevos proyectos para diversificar la matriz exportadora y capitalizar plenamente los vastos recursos del país.
III. Potencial de Tierras Raras en Argentina
A. Elementos de Tierras Raras Identificados y sus Aplicaciones
Las Tierras Raras (TR) comprenden 17 elementos químicos vitales para la tecnología moderna y la transición energética, incluyendo el escandio, el itrio y los 15 lantánidos.
En Argentina, se han encontrado principalmente asociados a yacimientos geológicos como monacita, bastnasita, allanita y xenotima, distribuidos en regiones como las Sierras Pampeanas (que abarca varias provincias del Centro y Noroeste. Argentino.
Entre los elementos clave identificados en Argentina y sus usos se destacan: el Escandio (Sc), detectado en trazas en Bajo de la Alumbrera (Catamarca) y carbonatitas (Salta, Jujuy), crucial para aleaciones de aluminio-escandio en estructuras aeroespaciales y lámparas de halogenuros metálicos; el Itrio (Y), presente en Córdoba, San Luis y Santiago del Estero, utilizado en fósforos rojos para pantallas LED y cerámicas de alta temperatura; el Lantano (La) y Cerio (Ce), abundantes en monacita y bastnasita en varias provincias, esenciales en baterías NiMH para autos híbridos, catalizadores de refinación de petróleo y convertidores catalíticos de automóviles.
Finalmente, el Praseodimio (Pr) y Neodimio (Nd), encontrados en San Juan, Santiago del Estero y Salta, son valiosos por su uso en imanes permanentes para motores eléctricos, turbinas eólicas y láseres de alta potencia. Las tierras raras livianas (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, samario) son las más abundantes en Argentina y representan el mayor potencial económico para el país. El consumo global de TR, actualmente superior a 200 mil toneladas anuales, se triplicará en la próxima década.
La confirmación de la presencia de múltiples elementos de tierras raras en Argentina, especialmente aquellos críticos para tecnologías verdes como el neodimio, en un contexto de demanda global proyectada a triplicarse, posiciona al país como una futura fuente estratégica. Sin embargo, la ausencia actual de producción de estos elementos resalta una brecha significativa entre el potencial geológico y la capacidad de explotación, lo que representa una oportunidad sustancial para la diversificación económica y la integración en cadenas de valor globales más sofisticadas.
B. Ubicación de Yacimientos y Desafíos para la Explotación Comercial
Aunque se han identificado manifestaciones y depósitos en diversas regiones del país, como Salta, Jujuy y San Juan (depósitos magmáticos), y San Luis, Córdoba y Buenos Aires (depósitos sedimentarios), así como concentraciones potenciales en la plataforma continental argentina, la explotación comercial aún no ha comenzado.
Los yacimientos más prometedores, como Rodeo de los Molles y Jasimampa, contienen principalmente cerio, lantano, neodimio e itrio, alineados con las demandas globales en energías limpias, electrónica y defensa.
Los principales desafíos para la explotación incluyen la falta de infraestructura, la necesidad de estudios detallados y el desarrollo tecnológico para que la extracción sea rentable y sostenible. Además, los especialistas advierten sobre los posibles riesgos ambientales asociados a su extracción.
La ciencia básica y aplicada está trabajando en tecnologías que podrían hacer viables yacimientos que hoy no lo son. La viabilidad de la explotación de tierras raras en Argentina no depende únicamente de la existencia de yacimientos o de la inversión de capital, sino de manera fundamental del desarrollo tecnológico y de estudios detallados.
Esto subraya que la inversión en I+D y la colaboración entre el sector público (como CONICET y SEGEMAR) y el privado serán esenciales para superar las barreras técnicas y económicas actuales, transformando el potencial geológico en valor económico y asegurando métodos de extracción eficientes y ambientalmente responsables.
IV. Cadena de Valor y Proveedores Locales
A. Capacidad Actual de los Proveedores Locales (Oportunidades para extranjeros que quieran radicarse en el país).
El sector minero argentino se abastece en gran medida del mercado interno, especialmente en las provincias donde se desarrollan los proyectos. Un informe de CAEM (fines de 2024) revela que el 53% de las compras de mineras en etapa de producción son nacionales, con un 15% proveniente de localidades cercanas al proyecto y un 23% del resto de la provincia. Durante la exploración, el 75% de los bienes y servicios se adquieren dentro de las provincias mineras, y en la etapa de construcción, el 61%. Las importaciones representan una fracción menor, oscilando entre el 1% y el 2% en las etapas de exploración y construcción.
Cada proyecto minero puede requerir hasta 800 proveedores en etapas de exploración y construcción, y más de 550 durante la operación. Un informe de INTI (julio de 2024), basado en encuestas a 329 proveedores, indica que más del 90% ya son proveedores del sector. De estas empresas, el 67% son micro y pequeñas empresas, y el 97% tienen capital nacional. Casi el 50% de las firmas encuestadas son proveedores de servicios.
La oferta local muestra alta disponibilidad en servicios especializados (perforación, ingeniería, construcción) y servicios logísticos, así como en productos metalmecánicos (plantas de procesamiento, estructuras metálicas, tanques) y equipos eléctricos (transformadores, paneles, generadores, sistemas fotovoltaicos).
Pero una muy baja disponibilidad de equipos avanzados para la explotación de los recursos. Esta situación revela una paradoja en el contenido local: si bien existe una alta proporción de compras nacionales y provinciales, la industria aún depende de importaciones para ciertos componentes críticos y de alto valor agregado.
Esto implica que, para profundizar la cadena de valor, se necesitan políticas específicas que fomenten la sofisticación tecnológica y la capacidad de producción local de estos bienes y servicios de alto valor, reduciendo la dependencia de importaciones y generando un mayor impacto industrial.
B. Desafíos y Oportunidades para Fortalecer la Participación de PyMEs Locales
Los proveedores actuales identifican la competencia de grandes empresas y la falta de contratos formales a largo plazo como obstáculos principales. Los potenciales proveedores carecen de conocimiento sobre los requisitos de la industria. Además, existe una dificultad para atraer y retener profesionales especializados. Las cadenas de valor globales con proveedores internacionales y las barreras de entrada para proveedores locales en segmentos tecnológicamente complejos también son limitaciones. La falta de políticas públicas adaptadas que incorporen las particularidades del sector, especialmente para financiar proyectos innovadores a largo plazo y de altos montos, es un factor crítico.
A pesar de estos desafíos, existen importantes oportunidades. La demanda creciente de minerales (especialmente cobre y litio) presenta una oportunidad para la estructura productiva local. La integración en cadenas de valor globales y el potencial de desarrollo tecnológico (Industria 4.0, economía del conocimiento) son vías para el crecimiento. El Registro Federal de Proveedores Mineros (RFPM) busca aumentar la visibilidad e interacción entre proveedores. El Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) incluye el compromiso de contratar proveedores locales por al menos el 20% de la inversión total en bienes y obras, siempre que la oferta sea competitiva.
La colaboración público-privada emerge como un motor esencial para el desarrollo de proveedores. El éxito en el fortalecimiento de proveedores locales en provincias como Catamarca, donde el registro ha crecido a 194 firmas gracias a la articulación entre gobierno, cámaras empresarias y mineras, y en San Juan, con un proyecto exitoso en metalmecánica que generó 22 empleos directos y nuevos clientes, demuestra que el crecimiento de la cadena de valor local no es un proceso orgánico, sino que requiere una intervención coordinada. Esto implica que la política pública, a través de registros e incentivos, y la organización sectorial, son fundamentales para superar las barreras de entrada y asegurar que los beneficios de la minería se traduzcan en un desarrollo industrial más amplio y equitativo a nivel local.
V. Impacto y Oportunidades de Desarrollo Regional e Industrial
Aunque la participación de la minería en el PIB nacional es cercana al 1% 5, su impacto es significativamente mayor en las provincias mineras. En 2022, la minería representó el 14.2% del PIB provincial en Santa Cruz, 9.4% en San Juan, 8.7% en Jujuy y 8.3% en Catamarca.5 Cinco provincias (Santa Cruz, San Juan, Jujuy, Catamarca y Salta) explican más del 95% de las exportaciones mineras nacionales.5 Para marzo de 2024, el sector minero representó el 73.2% de las exportaciones totales de estas provincias.
La minería actúa como un motor de diversificación económica regional más allá de la extracción directa. La desproporción entre la baja participación de la minería en el PIB nacional y su alta incidencia en el PIB y las exportaciones de las provincias mineras 5 sugiere que su verdadero impacto se manifiesta en la dinamización de economías regionales enteras. Esto se debe a la generación de una fuerte demanda de insumos, maquinarias y servicios 5, que impulsa el desarrollo de cadenas de valor locales y una fuerza laboral calificada. Esto implica que el beneficio regional no se limita a la extracción, sino que se extiende a la creación de cadenas de suministro robustas y una fuerza laboral capacitada que puede servir a múltiples industrias.
A. Rol del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI)
El Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) es una herramienta clave diseñada para atraer capital y transformar el potencial minero en producción, reduciendo la carga tributaria efectiva al 39%.35 Este régimen contempla beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios para proyectos con inversiones superiores a US
200millones[4,45,51],y establece una estabilidad fiscal por 30 años. Se proyecta que el RIGI es esencial para consolidar las inversiones mineras, con el objetivo de triplicar las exportaciones actuales a US12.000 millones anuales y duplicar los más de 100.000 empleos que el sector genera, alcanzando los 200.000 para 2032.
El RIGI es una herramienta poderosa para atraer capital, pero su éxito no solo depende del marco legal, sino también de su aceptación social. Los incentivos a largo plazo y la percepción de una carga tributaria reducida pueden generar oposición social y política, especialmente en relación con la distribución de beneficios y las preocupaciones ambientales. Por lo tanto, asegurar la "licencia social" es tan crítico como los incentivos fiscales para la concreción de los proyectos.
VI. Perspectivas Estratégica (resumen).
El sector minero argentino se encuentra en una encrucijada estratégica, con un potencial geológico innegable y una creciente demanda global de minerales críticos para la transición energética. El país posee vastos recursos de litio, cobre, oro, plata y un potencial significativo en tierras raras.
Las inversiones de grandes operadores globales en proyectos de gran escala, particularmente en cobre y litio, demuestran la confianza en el futuro del sector. Las exportaciones han crecido consistentemente, con el oro brindando estabilidad mientras el litio aumenta su volumen de producción a pesar de la volatilidad de precios.
Sin embargo, persisten desafíos significativos. La inestabilidad macroeconómica y la volatilidad de los precios de los commodities afectan el ritmo de inversión. La lentitud en la aprobación de proyectos bajo el RIGI sugiere que, a pesar de los incentivos, la incertidumbre regulatoria y económica siguen siendo un obstáculo.
Además, el potencial de las tierras raras permanece sin explotar debido a la falta de infraestructura y estudios detallados, y existen brechas en la capacidad de los proveedores locales para segmentos de alta tecnología.
La dificultad para retener profesionales especializados y la necesidad de asegurar la "licencia social" son también elementos críticos.
En síntesis, el futuro del sector minero argentino como pilar estratégico de la transición energética global dependerá no solo de la magnitud de sus recursos, sino de la capacidad del país para establecer un entorno de inversión predecible, fomentar una cadena de valor local robusta y asegurar la sostenibilidad social y ambiental de sus operaciones.
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