Situación Actual y Desafíos de la Infraestructura en Argentina
Descripción de la situación actual y posibles oportunidades en el sector Infraestructura de la República Argentina.
INTSAR
8/18/202514 min leer


Situación Actual y Desafíos para la Infraestructura en Argentina
I. Resumen
Si eres del sector Infraestructura y deseas conocer un poco más sobre el estado actual de la infraestructura en Argentina, este articulo te puede resultar muy útil. Lo hemos segmentado en cuatro sectores principales: carreteras, ferrocarril, puertos y aeropuertos.
Analizamos la situación predominante de deterioro actual, desinversión y suspensión de la inversión pública, otrora “tren económico” de muchos gobiernos que buscaban dinamizar la economía generando déficit significativo a largo plazo y convirtiéndose en el talón de Aquiles de muchos proyectos anteriores.
En respuesta a estas limitaciones presupuestarias y ante la imperante necesidad de modernización de la infraestructura existente como así también el desarrollo y construcción de nuevas obras, el Poder Ejecutivo mantiene el impulso a los proyectos de inversión privada a través de modelos de Participación Público-Privada (PPP) y concesiones. Para lo cual, viene “desregulando” numerosos sectores e intentando dinamizar uno de los pilares económicos que tiene un país: La Construcción (en este caso, obras públicas).
Actualmente, la red vial nacional presenta un estado crítico, con casi un tercio de sus rutas en malas condiciones, reflejo de una drástica reducción en la obra pública. En contraste, algunas provincias están impulsando proyectos de mantenimiento y expansión con fondos propios o mediante esquemas de concesión.
El sistema ferroviario, declarado en emergencia, busca revitalizar sus líneas de carga con una inversión significativa, aunque el futuro del servicio de pasajeros se mantiene incierto.
Los puertos, vitales para el comercio exterior, están experimentando una concentración de actividad en Buenos Aires, Dock Sud y Gran Rosario, con importantes inversiones privadas destinadas a su modernización y expansión.
El sector aerocomercial, impulsado por políticas de desregulación y la reactivación económica, ha registrado un crecimiento robusto en tráfico de pasajeros y carga, acompañado de obras de modernización y optimización de terminales existentes. Y con un gran potencial de desarrollo de nuevas terminales.
La estabilización económica y la claridad regulatoria son fundamentales para atraer la inversión extranjera, con organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial respaldando este nuevo modelo con paquetes de financiamiento multimillonarios.
El sector de la construcción, aunque afectado por la caída de la obra pública, se muestra preparado para la demanda futura, impulsado por herramientas como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y nuevos créditos hipotecarios.
Las oportunidades se concentran en sectores estratégicos como minería, petróleo y gas, desarrollo inmobiliario, electromovilidad y la expansión de la matriz energética y la conectividad física. Para el cumplimiento de las mejoras deseadas, se requerirá una amplia gama de proveedores especializados en ingeniería, construcción, logística, tecnología y servicios de mantenimiento.
II. Introducción: Contexto de la Infraestructura en Argentina
La infraestructura constituye un pilar fundamental para el desarrollo nacional, incidiendo directamente en la competitividad económica, la equidad social y la calidad de vida de todos los argentinos. Su eficiencia es crucial para el flujo de bienes, servicios y personas, así como para la atracción de inversión extranjera. Un sistema de infraestructura robusto facilita la productividad, reduce los costos logísticos y mejora la integración regional y global de la economía.
Desafíos Generales del Sector de la Construcción y la Inversión en Infraestructura
Estudios internacionales indican que la inversión privada en infraestructura suele ser solo el 17% del total. En Argentina, con una brecha de infraestructura considerable, la marcada falta de inversión estatal resulta particularmente problemática. El Presupuesto Nacional de 2025 asigna un escaso 0.7% del Producto Bruto Interno (PBI) a infraestructura, una cifra muy por debajo del 3% estimado como necesario solo para mantener la red existente. Esta subinversión conduce a un deterioro continuo de los activos actuales, lo que podría generar costos crecientes y una significativa pérdida de competitividad nacional.
El Cambio de Paradigma hacia la Inversión Privada
Ante las severas restricciones fiscales y el déficit acumulado, la administración actual está impulsando activamente un giro estratégico hacia la participación del sector privado en el desarrollo de infraestructura. Se espera que las entidades privadas asuman la ejecución de obras públicas, especialmente en aquellos proyectos donde se pueda asegurar la rentabilidad. Esta reorientación estratégica tiene como objetivo fomentar un crecimiento económico sostenido liderado por el sector privado. El gobierno ha manifestado explícitamente que la inversión del sector privado, en un marco económico ordenado y estable, es fundamental para que Argentina avance hacia la condición de un "país normal".
Este no es simplemente una elección política, sino una necesidad económica impuesta por la precariedad de las finanzas públicas y la deuda acumulada en infraestructura. La aspiración gubernamental de alcanzar la categoría de "país normal" refleja un claro deseo de abandonar un modelo percibido como ineficiente e insostenible, optando por uno que priorice la participación privada y la eficiencia económica.
La drástica pérdida de 120.000 empleos en el sector de la construcción y la incapacidad de resolver la deuda de obras públicas son consecuencias directas del cese abrupto de la inversión estatal y la asignación presupuestaria insuficiente. Este escenario adverso para la industria de la construcción la obliga a depender de la inversión privada y de nuevos modelos de financiación como un salvavidas esencial para su supervivencia y crecimiento.
La persistente brecha de infraestructura y el continuo deterioro de las redes existentes representan una amenaza sistémica para la competitividad a largo plazo y el crecimiento económico general de Argentina. Esta situación podría traducirse en un aumento de los costos operativos en diversas industrias, una reducción de la capacidad exportadora y una dificultad para atraer y mantener la inversión extranjera directa, lo que a su vez podría agravar los desafíos económicos del país.
III. Situación Actual de la Infraestructura por Sector
A. Carreteras (Red Vial)
Estado Actual de la Red Vial Nacional y Provincial
La red vial nacional de Argentina abarca aproximadamente 40.000 km, de los cuales 3.303,8 km corresponden a autopistas y autovías (con gran potencial de crecimiento en los próximos años). Aunque la mayor parte de esta red está pavimentada, el 85% del tráfico se concentra en solo el 25% (10.000 km) de la red nacional.
El estado de conservación de la red vial nacional es preocupante. En 2024, solo el 31% de la red se encontraba en buen estado, mientras que el 70% fue clasificado como regular o malo.
Un relevamiento más reciente, correspondiente al período 2023/2024 bajo la actual administración, revela un deterioro adicional: solo el 47.5% de las rutas están en buen estado, el 23.5% en estado regular y el 29% en mal estado. Esto significa que casi un tercio de la red se encuentra en malas condiciones, y menos de la mitad está en un estado óptimo.
Rutas nacionales clave como la RN3 y la RN40, ejes fundamentales para la conexión Este-Oeste del territorio, presentan serios problemas de mantenimiento, incluyendo calzadas deformadas, averiadas o directamente, sin asfaltar. Esta falta de mantenimiento y la ausencia de nuevas obras en las rutas nacionales ha sido una problemática persistente durante años.
Entre 2016 y 2019, el mantenimiento vial experimentó un deterioro significativo, lo que se ha convertido en un desafío central para la gestión actual. El gasto de capital nacional destinado a carreteras ha sufrido una reducción drástica, cayendo al 0.4% del PBI en 2024, en comparación con el 1.6% en 2022. Como consecuencia directa de esta desinversión, no se han inaugurado nuevos kilómetros de autopistas, y las obras existentes han sido paralizadas hasta lograr dinamizar el sector por medio de nuevos modelos de inversión como las PPP (Participación Pública Privada).
Proyectos de Mantenimiento y Expansión en Curso
Vialidad Nacional se encuentra en un proceso de reestructuración, actualizando sus contenidos bajo el Decreto 461/2025, lo que podría indicar un nuevo marco operativo para la gestión vial (a fecha de la confección de este artículo, Vialidad Nacional estaba en medio de una disputa judicial para evitar su cierre y restructuración). La "Red Federal de Concesiones" (RFC) avanza, con llamados a licitación pública para la Etapa I y pliegos preliminares disponibles para las Etapas II y III. Esto señala una clara inclinación hacia modelos de concesión para el futuro mantenimiento y expansión de la red vial.
A nivel provincial, Neuquén (con Vaca Muerta como motor) está llevando a cabo diversas obras viales, incluyendo bacheo integral, fresado, repavimentación y duplicación de calzadas en rutas provinciales clave como la RP7, RP23 y RP65. Muchos de estos proyectos se están reactivando con fondos provinciales. La Provincia de Buenos Aires, por su parte, ha lanzado un ambicioso Plan Estratégico de Infraestructura, asignando $263.223 millones para infraestructura vial. Este plan contempla la adecuación integral de 250 km de anillos viales estructurantes (Rutas Provinciales 6, 4 y 41), la rehabilitación de 5.800 km de pavimentos y mejoras en los accesos a puertos y agrupamientos industriales.
B. Ferrocarril
Estado Actual del Sistema Ferroviario (Carga y Pasajeros)
En junio de 2024, el gobierno argentino declaró la emergencia ferroviaria mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 525/2024. Esta medida fue una respuesta directa a los urgentes problemas de seguridad, la infraestructura deteriorada, la frecuencia de accidentes y la incapacidad general del sistema para satisfacer las demandas del transporte moderno.
El DNU asignó recursos significativos, por un total de $1.3 billones, destinados específicamente a mejorar las condiciones operativas tanto en las líneas de carga como en las de pasajeros. A pesar de esta declaración de emergencia, el gobierno ha renovado el contrato con la empresa de carga NCA por un período de 10 años, asegurando la continuidad de los servicios de transporte de mercancías.
Sin embargo, el futuro de los servicios ferroviarios de pasajeros, que habían sido reactivados durante la administración anterior, permanece incierto. Se han expresado preocupaciones sobre un "nuevo y definitivo ferrocidio" debido a la falta de claridad en torno a los servicios de pasajeros, con informes que indican la cancelación de más de diez servicios ferroviarios en el último año y medio.
El transporte de pasajeros por ferrocarril en Argentina, ofrece una gran oportunidad en los principales focos urbanos en todo el país.
Esfuerzos de Modernización
La declaración de emergencia prioriza obras críticas como la renovación de vías, la modernización de estaciones y la adquisición de equipamiento adecuado.
Estos esfuerzos buscan no sólo restablecer la funcionalidad del sistema ferroviario, sino también construir un futuro sostenible para el transporte de carga y pasajeros en el país. Al optimizar la infraestructura ferroviaria, se espera fomentar un mejor uso de los recursos, mejorando la competitividad y eficiencia del sector logístico.
Las inversiones en la infraestructura de Trenes Argentinos Cargas se destacan explícitamente como un paso adelante en la necesaria modernización del sistema ferroviario argentino.
El enfoque del gobierno hacia la infraestructura ferroviaria muestra una clara diferenciación: por un lado existe un compromiso fuerte y explícito con el desarrollo y la modernización del transporte ferroviario de carga, probablemente debido a su importancia económica directa para las exportaciones, como los productos agrícolas y los subproductos de Vaca Muerta.
Por el otro, los servicios de pasajeros enfrentan una considerable incertidumbre y una posible reducción, lo que refleja una priorización pragmática de la utilidad económica sobre el servicio social en un contexto de estricta austeridad fiscal.
C. Puertos
Movimiento de Carga y Ranking de los Principales Puertos
En 2024, los puertos de Buenos Aires y Dock Sud manejaron en conjunto la mayor parte del tráfico marítimo internacional, movilizando más de 1.2 millones de TEUs (Unidades Equivalentes a Veinte Pies). El Puerto de Buenos Aires, operado por las terminales TRP y APM, fue el más activo con 750.541 TEUs, consolidando su posición como la principal puerta de salida marítima del país. Exolgan (Dock Sud) le siguió con 494.170 TEUs. El Puerto de Zárate completó el podio, movilizando 106.000 TEUs, lo que confirma su importancia en el flujo de carga contenerizada, aunque a una distancia considerable de los líderes en volumen.
Ushuaia (el fin del mundo) se destacó como un actor notable, moviendo más de 13.000 TEUs, superando a algunos puertos de la provincia de Buenos Aires. La región del Gran Rosario se consolida como un nodo estratégico del comercio global, habiendo despachado más de 70 millones de toneladas de granos, harinas y aceites en 2023, lo que representa más del 40% del comercio mundial de soja y sus derivados. Esta región es crucial para las exportaciones agrícolas de Argentina a mercados importantes como China, India y Vietnam. El movimiento general de carga en 2024 refleja una fuerte concentración del comercio exterior en un número limitado de terminales, predominantemente en la región metropolitana.
Planes de Modernización y Expansión
La Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPYN, antigua Administración General de Puertos AGP) avanza con su Plan Maestro para un nuevo esquema de terminales. Las obras de infraestructura clave incluyen la consolidación de nuevas áreas operativas en Dársena F, la expansión de la Zona de Apoyo Portuario (ZAP) para operaciones de camiones y la puesta en valor del sistema ferroviario dentro del área portuaria.
También se proyecta separar las operaciones de cruceros de pasajeros de las de carga para mejorar la eficiencia y la seguridad operativa.
Desafíos y Limitaciones de Capacidad
Los desafíos clave incluyen la incertidumbre institucional en las Vías Navegables Troncales y en el Puerto de Buenos Aires, agravada por problemas en el cobro de peajes, un recurso crítico para el mantenimiento de la infraestructura.
Los problemas operativos generales en los puertos abarcan la congestión que provoca retrasos en la llegada y salida de buques (al depender del canal principal, el tráfico está regulado por la Prefectura Naval Argentin y puede verse afectado cuando circulan buques con carga peligrosa), limitaciones de infraestructura como espacio insuficiente en muelles, equipos obsoletos y almacenes inadecuados.
Otros desafíos incluyen conflictos laborales, amenazas a la seguridad (robos, contrabando, terrorismo), el cumplimiento de normativas ambientales cada vez más estrictas (por ejemplo, tecnologías más limpias, combustibles con bajo contenido de azufre), la gestión del creciente volumen de contenedores y la garantía de una conectividad intermodal eficiente con las redes viales y ferroviarias. Las interrupciones relacionadas con el clima también son una preocupación creciente.
A pesar de lo mencionado en el párrafo anterior, los puertos clave de Argentina están atrayendo inversiones privadas sustanciales y estratégicas. Estas inversiones se concentran principalmente en los centros vitales para las exportaciones agroindustriales (como el Gran Rosario) y el tráfico de contenedores principal (como Buenos Aires, Dock Sud y Zárate). Esta tendencia refleja un claro enfoque, tanto del gobierno como del sector privado, en mejorar la capacidad exportadora y la eficiencia logística, lo que se alinea directamente con el modelo de crecimiento liderado por el sector privado.
Mientras que los puertos principales y comercialmente viables están atrayendo inversiones significativas y en pleno proceso de modernización, los puertos más pequeños o menos estratégicos podrían seguir enfrentando limitaciones de infraestructura y subinversión.
Este enfoque de desarrollo portuario impulsado por el sector privado podría ampliar la brecha de infraestructura entre los centros altamente rentables y otras regiones, afectando la equidad del desarrollo regional y, potencialmente, aumentando los costos logísticos para las empresas ubicadas fuera de estos corredores de exportación primarios. Aunque podrían ser consideradas como oportunidades secundarias o de “nicho” de mercado como por ejemplo: puertos pesqueros en la costa sur del país.
D. Aeropuertos
Crecimiento del Tráfico de Pasajeros y Carga
El sector aerocomercial en Argentina experimentó un crecimiento significativo en 2024. Diciembre de 2024 marcó un récord histórico en el tráfico de pasajeros, con 2.850.356 pasajeros, superando el récord anterior de diciembre de 2018. El número total de pasajeros en 2024 alcanzó los 29.336.371, superando las cifras de 2023.
Este notable aumento se atribuye a una combinación de factores: la recuperación del tráfico doméstico, un incremento significativo en la demanda internacional, la reactivación económica general, la estabilización del mercado y las políticas de desregulación y apertura del mercado aerocomercial impulsadas por el Gobierno Nacional, que han fomentado una mayor oferta de transporte aéreo. Tanto el Aeroparque Jorge Newbery como el Aeropuerto Internacional de Ezeiza también registraron récords individuales de pasajeros en diciembre de 2024, lo que refleja el crecimiento concentrado en los principales centros.
Aeropuertos Argentina Cargas reportó un crecimiento del 25% en las exportaciones de carga general durante los tres primeros trimestres de 2024 en comparación con 2023, con una proyección anual de 90.000 toneladas. Las operaciones de carga de importación se mantuvieron similares a las de 2023, mostrando un crecimiento del 25% en comparación con los niveles de 2019.
Obras de Modernización y Ampliación de Terminales y Pistas
El objetivo principal de Aeropuertos Argentina (prácticamente el único operador aeroportuario privado) es mejorar la experiencia del pasajero, elevar los niveles de servicio, agilizar los tiempos y ofrecer nuevas y más amplias comodidades para todos los tipos de usuarios.
Capacidad Operativa y Desafíos
Si bien el sector muestra un crecimiento robusto, el desafío radica en sostener este crecimiento y asegurar que la capacidad de la infraestructura se mantenga al ritmo del aumento de la demanda.
El sector de la aviación en Argentina experimenta un crecimiento sólido y sostenido tanto en el tráfico de pasajeros como de carga, impulsado principalmente por la recuperación económica y las políticas de desregulación del gobierno. Este crecimiento se apoya activamente en proyectos de modernización y expansión de capacidad específicos, que se centran en optimizar la infraestructura existente y mejorar la eficiencia operativa, en lugar de iniciar grandes construcciones de nuevos aeropuertos.
El sólido desempeño y la inversión específica en aeropuertos, particularmente en logística de carga y mejoras tecnológicas, posicionan a Argentina como un actor más competitivo en el comercio regional e internacional. Este enfoque estratégico apoya objetivos económicos más amplios, más allá de la mera movilidad de pasajeros, contribuyendo a la capacidad exportadora y a una integración más efectiva de Argentina en las cadenas de suministro globales.
V. Conclusiones
El análisis de la situación actual de la infraestructura en Argentina revela un panorama complejo, marcado por un deterioro significativo en varios sectores clave y una brecha de inversión considerable. La red vial nacional, en particular, presenta un estado crítico debido a la drástica reducción de la inversión pública, lo que se traduce en mayores costos operativos y riesgos para la seguridad. El sistema ferroviario, aunque declarado en emergencia con asignación de fondos para mejoras operativas, muestra una clara priorización de la carga sobre el transporte de pasajeros, lo que podría generar una mayor presión sobre la ya deficiente red vial.
En contraste, los sectores portuario y aerocomercial exhiben un dinamismo notable. Los puertos estratégicos para el comercio exterior, como Buenos Aires, Dock Sud y la región del Gran Rosario, están atrayendo inversiones privadas sustanciales destinadas a su modernización y expansión, impulsadas por la creciente demanda de exportaciones agroindustriales y el tráfico de contenedores. El sector aerocomercial ha logrado un crecimiento robusto en tráfico de pasajeros y carga, respaldado por políticas de desregulación y una reactivación económica, lo que ha llevado a inversiones específicas en optimización de terminales y tecnología.
El Poder Ejecutivo ha articulado un cambio de paradigma fundamental, alejándose de la obra pública tradicional y abrazando los modelos de Participación Público-Privada (PPP) y concesiones como la vía principal para el desarrollo de infraestructura.
Esta estrategia es una respuesta directa a las severas restricciones fiscales y al reconocimiento de que el sector público no puede por sí solo cerrar la brecha de infraestructura. El respaldo financiero y técnico de organismos internacionales como el BID y el Banco Mundial, con paquetes de apoyo multimillonarios, valida y refuerza esta dirección política, enfocándose en la liberalización económica, la inversión privada y la mejora de la conectividad.
Las oportunidades de desarrollo se concentran en sectores con alto potencial de rentabilidad y alineados con las prioridades económicas del gobierno, como la minería, el petróleo y gas, el desarrollo inmobiliario y la expansión de la matriz energética. La estabilización macroeconómica y la implementación de herramientas como el RIGI son cruciales para atraer y movilizar el capital privado, tanto nacional como extranjero.
Para materializar estas mejoras, se requerirá una cadena de suministro robusta y diversa, que incluya proveedores de construcción e ingeniería, materiales y equipamiento, servicios logísticos y de transporte, tecnología y digitalización, así como servicios financieros y legales especializados.
En síntesis, el futuro de la infraestructura argentina dependerá en gran medida de la capacidad del gobierno para establecer marcos regulatorios estables y atractivos para la inversión privada, así como de la disposición del sector privado para asumir riesgos y comprometer capital en proyectos de largo plazo. Si bien el enfoque en la rentabilidad comercial puede impulsar el desarrollo en áreas estratégicas, será fundamental monitorear el impacto en la equidad regional y la accesibilidad de los servicios, asegurando que el crecimiento de la infraestructura beneficie a toda la población y no solo a los centros de mayor actividad económica.
Y lo mejor de todo, es que esta vez, es la Sociedad Argentina la que ha marcado la dirección y acompaña con mucho esfuerzo!
Si llegaste hasta el final, GRACIAS!
Y si quieres un informe más detallado, escríbenos a info@intsar.es y agendamos una reunión para conocer tu necesidad de información!
Equipo INTSAR!