Situación y Perspectivas del Sector Oil & Gas en Argentina
Panorama del Sector Oil&Gas en la República Argentina. Comentando sobre la evolución del sector con Vaca Muerta como eje principal hasta sus proyecciones estimadas de cumplirse con las obras planificadas y de acuerdo al contexto geopolítico.
INTSAR
7/31/20258 min leer


El sector de Petróleo y Gas en Argentina está experimentando un resurgimiento histórico, impulsado principalmente por los vastos recursos no convencionales de Vaca Muerta. Esta situación se caracteriza por niveles récord de producción, una transición hacia un superávit energético y ambiciosos proyectos orientados a la exportación. Las políticas del Ejecutivo, en particular el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), han sido fundamentales para atraer y asegurar las inversiones del sector privado.
Por otro lado, el impulso al desarrollo de infraestructuras críticas, como nuevos oleoductos y gasoductos, y las terminales de Gas Natural Licuado (GNL) planificadas, son esenciales para liberar todo el potencial de Vaca Muerta y capitalizar la creciente demanda energética global, especialmente en un contexto de incertidumbre geopolítica.
Si bien persisten desafíos para proyectos a gran escala y muy largo plazo, el panorama general posiciona a Argentina como un actor emergente clave en el mercado energético mundial.
Un Nuevo Escenario para el Sector Energético Argentino
La transición hacia una economía más estable ha sido fundamental. Entre finales de 2023 y 2024, Argentina logró una drástica reducción del riesgo país, cayendo de 2.500 a menos de 600 puntos básicos. Paralelamente, la inflación se desaceleró del 211% al 118% en el mismo período, con proyecciones de alcanzar un 21% para finales de 2025 (y va bien encaminada). Además, el país pasó de un déficit fiscal del 4.6% del PIB en 2023 a un superávit del 0.3% en 2024. Esta solidez económica es vital para generar confianza y atraer las inversiones a largo plazo necesarias para el desarrollo del sector energético.
El corazón de este resurgimiento es Vaca Muerta, una formación de shale que ha demostrado ser un verdadero motor para la producción de hidrocarburos. En 2024, Vaca Muerta representó el 54% de la producción total del país, un salto significativo desde el 18% en 2019. Para abril de 2025, su contribución ya alcanzaba el 58.84% del petróleo y el 50.1% del gas a nivel nacional. La calidad del shale, sumada a incentivos a la producción y exenciones fiscales, ha mejorado drásticamente la eficiencia y reducido los costos operativos, haciendo de Vaca Muerta una de las áreas de desarrollo de shale más competitivas a nivel mundial.
El notable esfuerzo de toda la sociedad argentina en acompañar las medidas económicas ha sido crucial. Las inversiones realizadas por las empresas privadas más grandes que operan en Argentina son un testimonio de la confianza en este nuevo escenario. Estas inversiones no solo impulsan la producción, sino que también son esenciales para el desarrollo de la infraestructura necesaria para transportar y exportar los hidrocarburos. Pilares necesarios para seguir atrayendo el capital privado, permitiendo que Argentina maximice el potencial de Vaca Muerta y consolide su posición como un exportador clave en el mercado energético global
Crecimiento de la Producción y el Impacto en las Exportaciones (Últimos 24 Meses)
Los últimos dos años han sido testigos de un crecimiento robusto en la producción de hidrocarburos. En 2024, Argentina alcanzó una producción histórica de 256.268.454 barriles de petróleo (la mayor desde 2003) y 50.726.747 m3 de gas (la más alta desde 2006).
La producción de petróleo crudo aumentó un 11% en 2024 respecto a 2023, promediando 717.100 barriles diarios en diciembre de 2024. Para abril de 2025, la producción de petróleo alcanzó los 751.158 barriles por día, con un aumento del 21.6% en la producción de Vaca Muerta en comparación con abril de 2024.
En cuanto al gas natural, la producción total en abril de 2025 fue de 136.721 metros cúbicos por día. Aunque la producción de gas de Vaca Muerta creció un 7.3% interanual en abril de 2025, la producción nacional de gas experimentó una ligera disminución del 2.4% interanual. Esto indica que, si bien Vaca Muerta es clave, su crecimiento aún no compensa completamente el declive de los yacimientos convencionales.
Este aumento en la producción ha transformado la balanza comercial energética del país (uno de los principales problemas y que más divisas consumía el estado al verse obligado a importar petróleo y gas). En 2024, las exportaciones de petróleo y gas sumaron US8.53milmillones, representando un incremento del 41% respecto a 2023, promediando 187.000 barriles diarios, un valor no visto en dos décadas.
La reactivación del oleoducto Trasandino en mayo de 2023 (proyecto alcanzado por el gobierno anterior), con una capacidad de 110.000 barriles por día, ha sido fundamental para este crecimiento exportador.
Inversiones y Proyectos Clave del Sector Privado
El sector cuenta con actores de peso. YPF (propiedad del estado) es la mayor operadora y productora del país. Pan American Energy (PAE) es la segunda mayor productora de petróleo y la principal empresa privada con capital 100% privado, generando el 14% del crudo y el 11% del gas nacional. Vista Energy, liderada por Miguel Galuccio, se ha consolidado como la mayor productora independiente de petróleo en Vaca Muerta, alcanzando aproximadamente 68.000 barriles por día con un crecimiento interanual del 32%.
Otras empresas internacionales como Chevron, ExxonMobil, Shell y TotalEnergies también tienen una presencia activa. Shell, por ejemplo, planea aumentar su producción de petróleo en un 40% para 2025, buscando alcanzar los 70.000 barriles por día .
Las inversiones en infraestructura petrolera y complementaria son masivas. En 2023, la inversión upstream en Argentina alcanzó un récord de aproximadamente US11milmillones. Se destaca la expansión del Oleoducto del Valle (Oldelval) con una inversión de USD 1.2 mil millones que aumentará la capacidad de transporte de 555.000 a 750.000 barriles por día en el primer semestre de 2025. Obras en la terminal Portuaria de Puerto Rosales, han incrementado considerablemente la capacidad de exportación.
El proyecto Oleoducto Vaca Muerta Sur es aún más ambicioso, con una inversión de USD 2.5 mil millones aproximadamente y liderado por YPF, cuenta con la participación de siete empresas con gran presencia local (YPF, PAE, Vista Energy, Pampa Energía, Chevron Argentina, Pluspetrol y Shell). La construcción, iniciada enero de 2025 incluye un oleoducto de 437 km hasta Punta Colorada, donde está planeada construcción de instalaciones para conectar una terminal flotante de licuefacción (inicialmente) en la provincia de Río Negro.
Planes del Ejecutivo y el Sector Privado para el Gas
La expansión de la capacidad de transporte de gas es fundamental para monetizar las vastas reservas de Vaca Muerta y reducir las importaciones permitiendo liberar recursos hacia otros sectores críticos que el país necesita desarrollar. El Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), es una obra central que requirió una inversión de US$2.540 millones y que ya está operativo a plena capacidad, transportando 24 millones de metros cúbicos por día gracias a la finalización de las obras en las plantas compresoras de Tratayén (julio de 2025) y Salliqueló (octubre de 2025). Su puesta en marcha ha permitido una reducción del 60% en las importaciones de gas en dos años y fue finalizado por el gobierno anterior.
El paquete de obras de construcción y ampliación de gasoductos decidido por el gobierno argentino contempló una inversión total de USD 3.471 millones hasta 2023. Esto incluye la ampliación del gasoducto Neuba II (US85 millones), la vinculación Mercedes/Cardales (US132millones) y la expansión del Gasoducto Centro−Oeste (US160 millones).
Además, está prevista la reversión del Gasoducto Norte (US$249 millones), crucial para abastecer el norte del país con gas de Vaca Muerta y reducir la dependencia del gas boliviano. La finalización y ampliación de estos gasoductos son esenciales para la independencia energética del país, sustituyendo costosas importaciones de GNL y gas de Bolivia, y permitiendo el abastecimiento de la demanda interna creciente.
¿Imaginas producir en un país con suficiente gas para la industria? Si eres una multinacional, tal vez, deberías volver a mirar hacia el sur y analizar la situación.
El proyecto más ambicioso a nivel país, es el denominado "Argentina LNG". Considerado el mayor anuncio de inversión energética a nivel global de 2024 según la ONU. La primera fase, "Argentina LNG I", se espera que comience a operar en 2027, con YPF con una participación del 20% al 30% y socios internacionales como la italiana ENI uniéndose en etapas posteriores. Shell también está explorando activamente proyectos de GNL en el país.
Paralelamente y para agilizar los tiempos, un consorcio de empresas liderado por PAE (con 40%), junto con YPF (15%), Pampa Energía (20%), Harbour Energy (15%) y Golar LNG (10%), está embarcado en la construcción de una terminal flotante de GNL en el Golfo San Matías, Río Negro, con una inversión de USD 2.9 mil millones, pudiendo estar operativa a partir de 2027. Este proyecto permitirá exportar 11.5 millones de metros cúbicos de GNL por día. La capacidad de exportar GNL a gran escala no solo generaría un ingreso masivo de divisas (estimado en USD 15.000 millones anuales para el proyecto "Argentina LNG"), sino que también permitiría a Argentina capitalizar la creciente demanda global de gas natural, especialmente en Europa y Asia, consolidando su rol como proveedor estratégico de seguridad energética.
El gobierno ha implementado políticas como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que ofrece beneficios fiscales y cambiarios para proyectos de gran envergadura (más de US$200 millones), incluyendo los de petróleo y gas, con el fin de atraer y proteger estas inversiones estratégicas.
Argentina en el Contexto Global del Gas
La demanda mundial de gas natural se proyecta con un fuerte crecimiento del 2.5% en 2024 y 2.3% en 2025. Sin embargo, el mercado global está bajo tensión debido a la aceleración de la demanda y la incertidumbre geopolítica, especialmente por el incremento en el afloramiento de antiguos conflictos que desencadenan guerras desestabilizando el comercio mundial. La guerra en Ucrania ha cambiado el “status quo” conocido.
En Europa, la guerra en Ucrania ha obligado a muchos países a buscar alternativas al gas ruso, desde donde reciben unos 15 mil millones de metros cúbicos y si bien aún se sigue abasteciendo, el bloque ha ido buscando nuevos proveedores a nivel mundial, aumentando la necesidad de GNL y tensionando el mercado. La oferta de GNL ha crecido solo un 2% en 2024, el ritmo más bajo desde 2020, aunque se espera un 6% en 2025, principalmente por nuevos proyectos en países árabes y norteamérica.
En este escenario, Argentina busca posicionarse como un exportador clave de GNL. El país ha reducido su dependencia del GNL importado, pasando de 80 envíos anuales hace una década a solo 25 en la actualidad. La monetización de las vastas reservas de Vaca Muerta a través de proyectos de GNL es fundamental para el futuro energético del país (muchos analistas consideran Vaca Muerta como una nueva y genuina fuente de divisas para el país pudiendo igualar o superar al sector agrícola).
Con mercados europeos y asiáticos buscando proveedores confiables, Argentina podría convertirse en un actor estratégico en la seguridad energética global.
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